LA MOTIVACIÓN QUE TRANSFORMA VIDAS


En la mitología griega se relata la historia de un personaje llamado Sísifo, quien era considerado como el más astuto entre los hombres, pero por la misma razón era un experto en meterse en problemas, al punto que Plutón lo castigó de una manera particular, lo obligó a subir una enorme y pesada piedra, hasta lo alto de una montaña, pero antes de llegar a la cima la roca caía de nuevo y obligaba a Sísifo a empezar una y otra vez hasta el fin de los tiempos.

Aunque es solo mitología, sigue siendo muy actual, ya que a algunas personas les sucede lo de Sísifo, viven en una carrera interminable, detrás de metas que nunca se cumplen, viviendo las mismas situaciones repetidamente, sufriendo males interminables y cometiendo los mismos errores; Al igual que Sísifo hay personas que han diseñado (en muchos casos de manera inconsciente) para sí mismas muchas de las situaciones que viven y aunque creen poder salir de ellas por su fuerza y astucia, siguen dando vueltas como hámster de laboratorio.

Cuando imparto programas formativos de motivación me encuentro con muchas de estas personas, algunas ya frustradas porque no han hallado en anteriores encuentros de capacitación la “solución” a su problema, yo les digo con mucho amor y sinceridad que no soy el que soluciona el problema, ni el curso sirve como varita mágica para acabar con las dificultades que está viviendo la persona, realmente la solución está, en la mayoría de los casos, en las manos o mejor en las mentes de las personas.

Buena parte, sino, todos los problemas de una persona están en su forma de pensar, por eso es que algunos programas de capacitación no dan resultado, porque no hay una transformación en la forma como las personas piensan, lo cual determina su destino.

Es por eso que en mis encuentros motivacionales de formación he desarrollado una metodología que busca romper con el ciclo de Sísifo, mediante una reestructuración de la forma en que piensan las personas, pero cuidado, esto no se logra solo desde la teoría, como algunos creen, se necesitan actividades practicas fundamentadas en un conocimiento de las bases del comportamiento humano.

Para lograr los resultados que las personas necesitan, el motivador debe acercarse a ellas de la manera más agradable, con un lenguaje entendible y con una metodología lúdica, que brinde encuentros de formación entretenidos y amenos, pero a la vez significativos para el desarrollo del ser, que brinden la posibilidad a las personas de participar y de comprometerse con el cambio individual, como el primer paso para lograr el cambio empresarial.

Esto es lo que ofrezco como motivador, encuentros de transformación que impacten vidas.

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